viernes, 29 de enero de 2016

Mi análisis de Roon ¿una revolución en los sistema de catalogación y reproducción de audio?


Ambiciosa proposición ¿verdad? Pues eso es lo que nos prometen los chicos de Roon Labs, una plataforma de catalogación y reproducción musical que nos "permitirá experimentar la música como nunca antes". Ahí es nada.

Los fundadores de Roon Labs no son nuevos en esto del audio en streaming. Allá por 2007 lanzaron el servidor musical Sooloos, cuya tecnología fue posteriormente adquirida por Meridian Audio. Ahora es la propia Meridian quien propicia el nacimiento de Roon Labs como empresa independiente enfocada en la creación de software específico para la reproducción musical. Y (desgraciadamente) acostumbrados como estamos a dispositivos con unas especificaciones de infarto pero con un pésimo o, cuanto menos, muy mejorable software, esta iniciativa se asemeja lo suficiente a un soplo de aire fresco en la dirección correcta como para no ser tenida en cuenta.

¿Qué es Roon?

Roon es un software compatible con sistemas OS X y Windows (con arquitecturas de 32 o 64 bits) que puede ser descargado desde aquí. Se trata de una versión de evaluación plenamente funcional durante 14 días. Pasado ese periodo de tiempo tendremos que abonar $119 al año o $499 para conseguir una versión permanentemente funcional. Como podéis ver por tanto el producto se ofrece bajo una modalidad de suscripción, con la posibilidad de pagar por adelantado algo más de 4 años de servicio para optar a una licencia perpetua.

No obstante el pago no presupone, como quizás cabría presuponer, el acceso en "barra libre" a una enorme biblioteca musical en Nube, sino que por el contrario será el mismo usuario quien tendrá que aportar su propia colección de audio y sus propios sistemas de almacenamientos. Estamos pagando por tanto, por la posibilidad de acceder a nuestra propia audioteca, almacenada en nuestros ordenadores, discos duros y/o dispositivos NAS, de un modo que, a juzgar por lo que se nos pretende cobrar, debe ser bastante especial.

Roon no es, en definitiva, otra cosa que un catalogador y reproductor de nuestra propia biblioteca musical que puede emplear cualquier dispositivo de audio conectado al ordenador en el que se ejecuta, o enviar el flujo de audio a uno o varios dispositivos de reproducción presentes en nuestra red local. Como podéis intuir, en este sentido no difiere mucho de conocidas aplicaciones como Foobar, JRiver Media Center o Logitech Media Server.

Donde Roon eleva la apuesta, y de qué manera, es en el modo en el que nos permite disfrutar de nuestra biblioteca. Y esto es así por 2 razones.

Primeramente, una vez le indicamos a la aplicación dónde se encuentran nuestros archivos, Roon realiza un extensivo proceso de análisis, extrae las etiquetas presentes en los mismos (cómo no) pero, además, enriquece su contenido con una enorme cantidad de información descargada de Internet: biografías, letras, comentarios, imágenes, clasificación extendida de géneros... Este proceso, que en el mundo anglosajón se denomina scraping, no es único en Roon. Otros gestores audiovisuales lo llevan realizando también desde hace años, gestores como XMBC/Kodi, Plex o el propio Jriver Media Center. Sin embargo, puedo aseguraros que ninguno de ellos implementa este proceso tan bien como Roon. Y eso es mucho decir.

En segundo lugar, con toda esta metainformación adicional obtenida, Roon teje una telaraña de relaciones que cubre géneros, artistas, compositores, colaboradores, épocas, formatos e incluso información sobre próximos conciertos, telaraña que expone ante el usuario a través de una interfaz extremadamente cuidada tanto desde el punto de vista gráfico como de la usabilidad, de un modo muy similar a las propuestas de conocidos servicios de streaming por suscripción como Spotify, Tidal o Google Music.

Si a esto le añadimos un paraguas de compatibilidad bajo el que se cobijan dispositivos de reproducción tan diversos como Airports, streamers de gama alta de Meridian o Auralic o incluso Squeezeboxes (en modo nativo) y una brillante gestión de las etiquetas, coincidiréis conmigo en que tenemos un producto de lo más interesante.

Vamos por tanto a echarle un primer vistazo a, sobre el papel, tan interesante propuesta. Os adelanto que siguen una cantidad indecente de capturas de pantalla.

Usando Roon

He instalado Roon en un HTPC que, en honor a la verdad, tengo bastante olvidado. Se trata de un sencillo PC con las siguientes características:
  • Caja Antec Fusion Remote.
  • Placa ASUS P5KPL-AM EPU.
  • Pentium Dual Core E5500.
  • 4GB RAM DDR2 800.
  • HD 2,5" SSD Kingston V+ Series 128GB.
  • Gráfica ATI HD5570 pasiva (la de la foto es una ATI 4670 que sustituí posteriormente).
  • Fuente modular Thermaltake Toughpower 575W.
  • LG CH10LS Supermultiblue: lector BR + DVDRW.
  • Windows 10 (64 bits).
Sí, es el mismo que aparece en el hilo sobre Foobar. De hecho, desde que este equipo ha pasado a algo así como "la reserva activa" lo he venido utilizando para hacer toda clase de pruebas.


El dispositivo de reproducción es la salida HDMI de la propia tarjeta gráfica, que soporta audio multicanal en PCM hasta 192/24, y está conectado a un receptor multicanal Pioneer SC-LX81.


Roon tiene unos requisitos hardware relativamente elevados. De hecho, yo lo he instalado en un equipo que queda por debajo de los recomendados, aunque tengo que decir que no he apreciado, en principio, problema alguno por ello. Lo que sí puede dejar fuera de juego a más de un equipo con ya algunos años a sus espaldas es la exigencia relativa a la compatibilidad con OpenGL 3.0. Es el precio que se paga por una interfaz de usuario tan pulida.

La instalación no tiene secreto alguno. En el transcurso del proceso, que puede requerir la presencia de .NET en el caso de Windows, cuya descarga de ser necesaria realizará por su cuenta el instalador, Roon nos preguntará si deseamos configurar un servidor completo o solo un punto de control. Hablando de controladores, lo habitual será configurar un servidor dedicado sin pantalla, aunque Roon es una aplicación más del sistema que en modo alguno impide la ejecución de otros procesos, que será controlado bien desde las apps nativas disponibles para Android 4.4+ o iOS 8+ (atención, solo tabletas), bien desde otro PC o Mac en el que se ha instalado Roon en modo punto de control.

Cuando ejecutamos Roon por primera vez, tras completar la instalación, tendremos que indicar dónde se encuentra la carpeta que deseamos que gestione.


Yo he dirigido al asistente hacia la carpeta habitual que contiene mi audioteca, localizada en un NAS. Puesto que estamos en terreno Windows, se emplea (implicitamente) CIFS como protocolo de acceso.


A continuación, si lo deseamos, podemos integrar nuestra propia biblioteca con Tidal, sobre la que Roon realizará también su "magia".


Y tras esto ya tendremos ante nuestros ojos la pantalla principal de Roon, que ya habrá iniciado el proceso de análisis de los archivos contenidos en la ruta indicada anteriormente. Inicialmente se mostrarán unas estadísticas básicas acerca de nuestra biblioteca, así como los elementos recientemente añadidos.


Roon admite el uso de perfiles de usuario (profiles). De este modo diferentes personas pueden disfrutar de recomendaciones personalizadas, listas de reproducción y otros elementos vinculados a las preferencias personales de modo independiente. El sistema es similar al mecanismo de perfiles de, por ejemplo, Netflix.

Tras realizar la actualización sugerida (ver captura anterior), lo primero que he hecho es dirigirme a husmear en la configuración de Roon. Esto se consigue desplegando un menú que aparece al hacer clic con el ratón en el típico botón que representa al menú de la aplicación (extremo superior izquierdo).



El menú de ajustes está integrado por 6 pestañas: general, almacenamiento, servicios, ajustes, audio y cuenta. Dado que este artículo no pretende ser un tutorial sino más bien una toma de contacto, solo comentaré aquellas cuestiones que me parezcan más relevantes.


Roon puede vigilar múltiples carpetas, locales o en red, cuyo contenido se mostrará de modo consolidado, como si de una única biblioteca musical se tratase. Es importante mencionar que Roon no va a renombrar o desplazar el contenido de las carpetas vigiladas en ningún momento, del mismo modo que tampoco sobreescribirá las etiquetas de nuestros archivos de modo automático. Si deseamos que la aplicación sí organice nuestra colección de archivos deberemos agregar su(s) carpeta(s) contenedora(s) como Organized folders.


En la pestaña correspondiente a Ajustes nos encontramos con una opción de lo más interesante, precisamente la que nos permite activar la compatibilidad con nuestros queridos Squeezeboxes. A esto dedicaremos unas líneas posteriormente.


En la pestaña Audio podremos activar y configurar los distintos dispositivos de audio soportados, tanto locales como remotos, que aparecen en secciones distintas. Cada dispositivo dispone de un botón de configuración para ajustar cosas como el uso exclusivo, el control de volumen, la frecuencia máxima de reproducción soportada o la compatibilidad con, sí, DSD. Es posible activar o desactivar cada dispositivo detectado, así como configurar zonas de reproducción que, como os podéis imaginar, están perfectamente soportadas en un servidor como este.





Por si fuera poco, Roon soporta dispositivos basados en HQPlayer, el que es para algunos el reproductor que ofrece una mayor calidad de sonido en estos momentos.


Ya de vuelta a la ventana principal, comprobaremos que efectivamente es como si tuviéramos un spotify con nuestra propia música: archivos recientes, artista destacado, función "descubrir", etc.



La mayor parte de elementos que se ven en la pantalla están lógicamente vivos, es decir, se puede hacer clic en ellos para acceder a álbumes, compositores, géneros, etc. Este lujo visual es algo generalizado a lo largo y ancho de la interfaz de usuario, que está plagada de elementos visuales destinados a hacernos descubrir música relacionada con la que estamos ojeando.

Además, podremos crear nuevas etiquetas y modificar la información que Room presenta en pantalla, corrigiendo datos o decidiendo si preferimos la contenida en las propias etiquetas o la descargada de Internet y, además, este aspecto se puede determinar con un alto grado de granularidad para distintos atributos.





Una característica extremadamente interesante es la denominada Focus on. Cuando este botón aparece en pantalla podemos, a través de él, acceder a otros elementos de la audioteca que Roon considera similares al que estamos viendo.



Esta herramienta de enfoque nos permite además refinar los resultados, aplicando filtros por fecha, género, frecuencia de reproducción y una multitud adicional de posibilidades.


Además de una sección en la que el motor de análisis de Roon nos hace sugerencias, se dispone también de las vistas clásicas por género, álbum, artista, etc. y de una función de búsqueda.







Otra función destacable es la que nos mantiene al tanto del procesamiento que está sufriendo la señal de audio a lo largo de toda la cadena de reproducción. A través de un clarificador gráfico podremos comprobar si se está produciendo alguna conversión o remuestreo. Quizás esto a algunos os recuerde a una característica similar presente en JRiver Media Center.



Roon desde la tableta

Probablemente os habréis fijado en que las capturas de pantalla anteriores han sido tomadas utilizando TeamViewer, una conocida aplicación de control remoto, que me permitía interactuar con Roon desde el ordenador en el que me encuentro escribiendo estas líneas. Ha llegado el momento de echarle un vistazo a la app de control que Roon Labs ha preparado. Como no tengo ninguna tableta Android he optado por la versión para iPad (recordad que no existe app para teléfonos, al menos hasta donde yo sé).

Si la interfaz de control de Roon corriendo en un ordenador os parece buena, la que disfrutaréis en una tableta os lo parecerá también: son idénticas. Y esa similitud no se limita a las funciones de exploración y reproducción, sino que (y esto me parece extraordinario), también a las de edición de etiquetas y configuración de la biblioteca, dispositivos, etc. En este sentido creo que la app de control para Roon se sitúa ligeramente por encima de pesos pesados como iPeng o JRemote. Por aquello de que todo no tienen que ser flores, decir que echo de menos la posibilidad de suspender y reactivar el PC desde la propia app de control, cosa que sí nos encontramos sin embargo en otras propuestas competidoras.

Algunas capturas para que comprobéis hasta qué punto esto es cierto:







Una característica de Roon que no he mencionado hasta el momento tienen que ver con los álbumes de los que disponemos en varios formatos o versiones. Roon los identifica automáticamente y nos permite escoger cuál deseamos escuchar por defecto. Y todo ello desde la propia app de control.



Llegados a esto punto, me resulta difícil no estar impresionado. Pero sigamos...

Roon y nuestros adorados Squeezeboxes

Roon incorpora, en fase de pruebas, la posibilidad de utilizar cualquier Squeezebox que tengamos conectado a nuestra red local como dispositivo de reproducción. Y esto no lo consigue a través de la capa de emulación de servicios de reproducción UPnP de la que les dota el servidor de Logitech (Logitech Media Server) al que estos aparatejos se conectan de modo natural. Pues no, Roon ofrece soporte nativo para nuestros veteranos Squeezeboxes. Audiófilos del mundo, podéis apagar vuestro LMS (desde aquí me parece estar oyendo los gritos de júbilo).

Si, como yo, no sois tan drásticos, os alegrará saber que los pasos para vincular un Squeezebox a nuestro servidor Roon son muy simples, perfectamente reversibles y no requieren de acciones tan violentas como la desconexión del servidor LMS que tengamos corriendo en nuestra red. Para conseguirlo bastará con, utilizando los propios controles del Squeezebox, seleccionar una nueva biblioteca musical, que aparecerá en pantalla con el nombre que hayamos determinado al configurar Roon. Esto mismo puede conseguirse desde aplicaciones de control específicas para Squeezebox como iPeng, aunque posteriormente para devolver el Squeezebox a su ecosistema natural será necesario operar manualmente el dispositivo.



Tras este ajuste nuestro (en este caso) Squeezebox Touch ya aparecerá como un dispositivo de reproducción más en Roon.



Y podrá ser utilizado como una zona adicional de reproducción.


Además, como podéis ver en las capturas el plugin EDO, que dota al Touch de capacidad para reproducir audio a más de 96Khz, está soportado.



Mientras se encuentra bajo el control de Roon, no aparecerá en la pantalla del Squeezebox información sobre la reproducción, aunque esto creo que es un bajo precio a pagar teniendo en cuenta lo que ganamos a cambio.

Formatos soportados y calidad de sonido

De acuerdo con la información publicada por Roon Labs, los formatos soportados son estos:
  • WAV hasta 384/24.
  • AIFF hasta 384/24.
  • FLAC hasta 384/24.
  • ALAC hasta 384/24.
  • OGG hasta 384/24.
  • DSD64, DSD128, y DSD256 en formato DSF.
  • MP3 (depende del SO).
  • AAC (depende del SO).
Como veis no se ofrece compatibilidad con audio multicanal, aunque he podido comprobar que cualquier formato PCM sin pérdidas con DTS enterrado sí se reproduce correctamente en 5.1 cuando se emite en digital hacia un DAC capaz de descodificarlo. A Roon tampoco le gustan APE, MLP o cualquier contenedor de tipo ISO. En este sentido otros reproductores superan con creces sus prestaciones, pero probablemente estamos hablando de formatos un tanto minoritarios.

Con respecto a la calidad de sonido tengo que decir que no me ha sorprendido ni positiva ni negativamente.

Opinión personal sobre Roon

No quería emitir una opinión personal sobre Roon justo tras escribir el análisis previo por varias razones. La primera tiene que ver con el hecho de que tiendo a entusiasmarme con cada producto o servicio nuevo que por alguna u otra razón me deslumbra a las primeras de cambio, por lo que prefiero dejar que la euforia inicial se diluya para tratar de ser más objetivo. La segunda circunstancia es más prosaica, simplemente me parece de recibo disponer de cierto tiempo para poder probar las cosas con detenimiento. Es por esto que he dejado pasar unos días hasta abordar este apartado de conclusiones. No sé si ese relativamente corto periodo de tiempo es suficiente o no, el caso es que ahora mismo estoy ya razonablemente seguro como para posicionarme al respecto de Roon.

Voy a comenzar por el final: No, no voy a renovar mi suscripción. Paso a explicaros las razones.

De entrada Roon deslumbra. Aunque otros reproductores practican el arte del "scraping" para embellecer nuestra colección audiovisual, ninguno lo hace de un modo tan brillante como Roon, que integra toda la metainformación descargada complementaria para construir una experiencia de uso y exploración de la biblioteca personal que ahora mismo no tiene parangón. Y además lo hace con una aparente sencillez y facilidad que casi asusta, sencillez que no obstante no impide que se ofrezcan extensivas opciones de edición y personalización de su contenido. Simplemente brillante.

Si escarbamos un poquito más nos encontramos con un motor de reproducción capaz de interactuar con una variedad de dispositivos de audio locales y remotos (en red). En este aspecto se echa de menos la posibilidad de integrar reproductores UPnP que dispongan del perfil renderer, aunque me temo que su ausencia delata el estado de cosas por lo que hace a la intercompatibilidad ofrecida por este estándar, estado que en ocasiones hace pensar que hay poco de estándar y mucho de incompleto. Además, las funciones esperables tales como son las relativas a la gestión de múltiples zonas de reproducción o al uso de los dispositivos en modo exclusivo y la gestión de sus capacidades, incluyendo la reproducción DSD, están contempladas.

Roon va a ser inevitablemente comparado con los pesos pesados que llevan dominando el sector de las aplicaciones de catalogación y reproducción. Estamos hablando, lógicamente de aplicaciones estándar que se pueden instalar en un PC o Mac. Y seguramente todos estaréis pensando en contendientes como Amarra, Audirvana, JRiver Media Center o Foobar. Todos ellos se distribuyen como un producto cuyo derecho de uso se adquiere por un periodo indefinido y, con la excepción de ciertas versiones de Amarra, el coste es reducido o nulo. Y eso sin tener en cuenta la variedad de propuestas enraizadas en el mundo del software libre, capaces de ejecutarse algunas de ellas en pequeños dispositivos de bajo coste (universo Squeezebox, Daphile, Kodi, MPD, etc.). Opciones hay para todos los gustos y todos los bolsillos.

Por un lado, muchos de estos productos competidores ofrecen compatibilidad con formatos y contenedores de archivo no soportados por Roon. Os concedo que, seguramente, la mayoría sean minoritarios y hasta innecesarios, pero la diferencia está ahí. Por otro lado, Roon carece de la enorme potencia de la que gozan reproductores como Foobar o, muy especialmente, JRiver Media Center (JRMC) en el ámbito del procesado de señales. En este sentido para mi el campeón indiscutible es JRMC, cuyo módulo de DSP ofrece funciones de gran potencia tales como el cambio automático de zonas, el remuestreo y recodificación condicional, el filtrado paramétrico, la corrección de sala, la gestión de reproductores UPnP como puntos de reproducción y un largo etcétera que podéis repasar vosotros mismos simplemente haciendo una búsqueda en Audio Planet. Y además despliega toda esa potencia a través de una interfaz de control en forma de app (JRemote) sobresaliente. De nuevo tengo que reconocer que muchos usuarios ni conocen ni desean todas estas funciones... pero (nuevamente) la diferencia emerge por sí sola.

Por lo que hace a la calidad percibida de reproducción no voy a hacer ningún comentario. No me ha sorprendido ni positiva ni negativamente, lo que para un objetivista convencido como yo resulta no ya tan solo esperable sino tranquilizador en un reproductor capaz de funcionar bajo la doctrina del bitperfectismo.

¿Merece la pena pagar por Roon, teniendo alternativas más potentes desde el punto de vista de la fuerza bruta de su motor de reproducción, simplemente por su excelsa experiencia de usuario?

En mi caso tengo que decir que no.

Para mi existen alternativas (y varias de ellas) de menor coste que calman mi sed tecnoaudiófila. Al fin y al cabo, si empleamos una aplicación de control desde un dispositivo móvil tenemos a un par de toques de distancia, desde la comodidad del sillón, la Wikipedia, docenas de blogs independientes sobre música, last.fm y, en definitiva, la propia Internet para leer hasta la más recóndita anécdota sobre nuestro disco o artista favorito o quizás descubrir otros relacionados. En mi caso, que Roon relacione entre sí elementos de mi colección es fantástico, pero prescindible fundamentalmente porque no tengo una colección tan extensa como para olvidar totalmente algunos de sus elementos, lo que naturalmente puede no ser el caso de otras personas. Para todo lo demás, Spotify, Deezer o Tidal.

No obstante le auguro a Roon un futuro prometedor. Estoy seguro de que lo veremos formando parte y a la vez siendo núcleo cohesionador de sistemas de audio de altos vuelos configurados por empresas dedicadas a la comercialización de eso que ha venido en denominarse High-End.

Por último, no me gustaría terminar sin apreciar el hecho de que Roon ofrece un foro de soporte que parece tener una intensa actividad. Su lectura indica que detrás de Roon hay un potente equipo de desarrollo, por lo que es de esperar que nuevas funciones y prestaciones sean añadidas a buen ritmo conforme pase el tiempo, del mismo que ha venido ocurriendo en los últimos meses.

Habrá que estar atentos.

Nota: Hay un hilo de conversación que da continuidad a este artículo en Audio Planet.

No hay comentarios :