Mi NAS ha muerto. Sí, el que fuera objeto de la primera entrada de este blog dejó de funcionar tras un larga agonía. Lo cierto es que aunque prometía mucho, la triste realidad es que aquel Freecom DataTank no dejaba de ser, lo miraras por donde lo miraras, un producto repleto de brillantes ideas inacabadas.
Aunar en un único dispositivo las funciones de router NAT, switch gigabit, punto de acceso inalámbrico, servidor de impresión, NAS de 2 discos y toda una serie de servicios adicionales como correo, FTP, Apache, mySQL, PHP, VPN, backups, Twonkymedia, etc. parece genial, sobretodo cuando además te deja meterle mano para instalarle más cosillas o trastear con su configuración.
Pero ¡ay amigo!, la realidad se torna un tanto más gris cuando, tras una temporada conviviendo con la unidad, comienzas a darte cuenta de ciertos detalles:
- Los discos duros no son fácilmente accesibles para ser sustituidos. Seguro que puede hacerse, pero también seguro que esto viola la garantía.
- Las tasas de transferencia son baaajas. La velocidad de acceso a los discos no supera los 13MB/s. Las malas lenguas dicen que aunque el switch efectivamente es gigabit, la controladora de red integrada en la propia unidad es de 100mbs. Lamentable.
- El firmware es un churro, contiene numerosos bugs, el más flagrante de los cuales tiene que ver con la WLAN: cuando se activa la encriptación WPA (y es de locos no hacerlo hoy en día), la red inalámbrica simplemente desparece cada cierto tiempo que, en mi caso (y el de otros), no ha superado nunca las 24 horas. Soluciones: reiniciar la unidad cada vez o bien no usar encriptación (o usar WEP, que viene a ser lo mismo) y contentarse quizás con un control de acceso basado en MAC. O mejor, enchufarle al DataTank un punto de acceso inalámbrico de verdad. Muy lamentable para un bicho de 900€.
- La versión del servidor multimedia incorporado, Twonkymedia, es antigua, de hecho no se lleva nada bien con la Playstation 3, por ejemplo. Desgraciadamente, ni Freecom ni TwonkyVision parecen muy interesadas en remediarlo.
- Para colmo el soporte oficial es poco menos que inexistente, sin revisiones del firmware en muchos meses. Por suerte hay una comunidad de usuarios más o menos activa, aunque lo cierto es que los foros de soporte estaban últimamente repletos de gente enfurecida con los problemas evidentes que manifiesta el producto.
En una de las ocasiones en que conseguí completar el procedimiento de recuperación la unidad arrancó. Bien por Freecom por acordarse de incluir esta posibilidad que otros fabricantes de discos en red al parece ignoran, pero desgraciadamente al cabo del rato todo se fue al cuerno de nuevo, esta vez añadiendo a los síntomas anteriores unos terroríficos y persistentes clics de la muerte que parecían proceder de los discos duros de la unidad.
Resultado final: unidad kaputt. Ya no podré probar el reciente firmware estable 4.5.0.8. Aunque bien pensado, a estas alturas ya se me habían quitado las ganas.
Bueno, al fin y al cabo el producto no era tan terrible, en serio, digamos algo bonito ahora que ha pasado a mejor vida: un excelente diseño, una admirable integración de funciones, un panel de control web bien diseñado, rápido y muy funcional... y no se me ocurre nada más, que seguro lo hay, pero es que en estos momentos estoy muy cabreado con Freecom como para andar alabando sus productos a diestro y siniestro.
Resumiendo, el DataTank es una auténtica navaja suiza de los dispositivos de red, repleto de funcionalidades y buenas ideas, pero quizás Freecom haya pecado de ambiciosa con él y no haya podido o sabido acompañarlo de un software a la altura. Será verdad aquello de que más vale ser bueno para poco que malo para mucho. Una pena.
Lástima que, como suele ocurrir frecuentemente hoy en día, se pongan productos a la venta con un hardware estupendo pero lastrados por un firmware inacabado o incompleto que, en el mejor de los casos y si se venden suficientes unidades, mejora con el paso del tiempo en tanto van apareciendo sucesivas actualizaciones. En ocasiones esto roza el límite de lo vergonzoso, como desde mi humilde opinión ocurre con este DataTank, pero es lo que hay, supongo que la velocidad a la que se mueve el mercado fuerza la situación en cierta medida.
Por suerte el engendro está en garantía y, mejor aún, el distribuidor me dice que no hay unidades nuevas disponibles. De hecho incluso en la página del fabricante aparece como agotado, así que me ofrece un reembolso o un cambio por otro producto similar.
Será cuestión de ir buscando otro NAS, pero desde luego esta vez tengo claro que:
- Nada de un cacharro todo-en-uno.
- Los discos duros deben ser fácilmente intercambiables.
- Ante una avería de la unidad los discos deben poder montarse en un PC (o en otra igual) para recuperar la información.
- Tras una avería en los discos, la unidad no debe quedar inutilizada, como ocurre en ocasiones. Por ejemplo, el Ethernet Disk mini, un sencillo y estupendo (a primera vista) NAS de 1 disco de LaCie, almacena en una de sus particiones una distribución ligera de Linux que, al igual que en otros discos en red, actúa como sistema operativo. Si el disco duro casca, todo a la porra. Aunque en este caso es relativamente sencillo (violando la garantía) sustituir el disco por otro, sin una imagen de la partición de arranque no hay tu tía. Y claro, los de LaCie no te la mandan ni hartos de vino ¡bien por ellos! En este caso, 189 euricos a la basura.
- Los procedimientos de recuperación en caso de fallo de la unidad o de los discos tienen que estar claramente documentados.
- El fabricante debe estar comprometido con el producto. Y eso, ¿cómo se sabe? Bueno, pues analizando la frecuencia con la que ha actualizado el firmware, la cantidad y calidad de documentos que ofrece en su base de conocimiento, etc. etc. Seguro que si quieren nos engañan, pero al menos que parezca que les importa lo que venden y, sobretodo, quien se lo compra.
Seguiremos informando.
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